Los principales componentes que integran un sistema CCTV son la cámaras, las unidades de almacenamiento, el sistema de grabación, los monitores y la infraestructura de red.
En función de las necesidades concretas y del espacio que se debe abastecer, se selecciona un tipo u otro de cámaras. Pueden ser cámaras fijas que apuntan a una dirección específica o cámaras PTZ (Pan-Tilt-Zoom) que pueden moverse y enfocar diferentes áreas.
Los sistemas de seguridad CCTV tienen varios objetivos, entre los cuales destacan:
- La prevención de robos, vandalismo y delitos.
- La supervisión de áreas de alto riesgo.
- La mejora de la seguridad de empleados y clientes.
- La obtención de pruebas visuales en caso de incidentes o situaciones de emergencia.
Los sistemas de seguridad CCTV almacenan los datos capturados en unidades de almacenamiento, como discos duros. La capacidad de almacenamiento depende de la duración que se desee conservar las grabaciones y la resolución de las cámaras utilizadas.